Escúchame al pasar, como yo escucho,
la lluvia que murmura en la ventana,
pensando en algo que olvidé hace mucho,
entre las cosas de la vida vana.
Escúchame, también como si oyeras,
esa canción que se enredó en tu vida,
y que vuelve, de pronto, sin que quieras,
y que es más triste, cuanto más se olvida.
Y piensa que mi voz es tu voz misma,
y que murmuras lo que ya te dije,
y que mi vida se encuentra con la vida,
y que estamos los dos un poco tristes.
Aquí estoy junto a ti, toma mi mano,
no me preguntes para que he venido.
Piensa que soy tu amigo más lejano,
y que esta noche vuelvo del olvido.
Escúchame pensando que estoy lejos.
Nada acerca mejor que la distancia.
No te diré sentencias ni consejos,
ni escucharás mentiras ni alabanzas.
Escúchame, al pasar, indiferente,
como se escucha el ruido en la distancia.
Olvida las palabras que te cuente,
mis palabras no tienen importancia.
Homero Manzi