Desde el umbral de un sueño me llamaron…
Era la buena voz, la voz querida.
Era la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?….
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre….Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Antonio Machado
Querida Marquesa, no habría mayor placer para mi que escuchar su voz en el umbral de mis sueños. Maravilloso poema escogido, me ha hecho reposar en el silencio.
De usted, querida mía
Comentario realizado por Don Casimiro el Lunes, 3 Octubre 2005 18:07
¿Y vió el alma?…
Muy buena noche, querido Don Casimiro
Comentario realizado por niebla el Lunes, 3 Octubre 2005 23:18