Hay algo extraordinario en todos los idiomas del mundo. Se trata de la palabra «depende». Es muy útil, y deberíamos aprender a utilizarla convenientemente. Cuanto más, mejor. Sirve para ir eliminando prejuicios. Es una palabra perfecta para desencasillar. ¿Son malas las moralejas? Depende. ¿Queda bien que un escritor, o cualquiera que invente una historia, introduzca en su relato una conclusión moral?. Depende.
Juan Carlos Ortega. (Buenos días Sócrates)